sábado, 4 de agosto de 2012

Mi primer pastel (torta) vegano.

Ayer, después de haber pasado 4 días con la depre encima, me apeteció cocinar y me propuse cocinar un pastelito vegano que encontré aquí, quedó rico, pero para mi gusto reseco; les paso la receta con mis modificaciones. Si alguien lee esto y lo prepara, me cuentan cómo les fue.

Ingredientes:250 grs. de harina 
125 grs. de azúcar morena o moscabada
25 grs. de cacao en polvo
500 ml. de agua o de alguna leche vegetal. (Sugiero la de coco o soya -NO ades-)
5 cucharadas de aceite (si usas agua, agrega otra cucharada)
2 cucharaditas de esencia de vainilla
3 cucharaditas de polvo de hornear
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
una pizca de canela
un puño de nuez o almendra picada
un puño de pasas
Margarina o aceite en aerosol (para el molde)

Preparación:En un bol mezclar el azúcar, el agua (o la leche), el aceite y la esencia de vainilla. En otro bol mezclar la harina, la pizca de canela, el polvo para hornear, y el bicarbonato de sodio. Agregar la segunda mezcla a la primera y revolver con un tenedor durante unos minutos, hasta que quede homogéneo, sin grumos.
Separar la mezcla en dos recipientes, en uno agregar el cacao en polvo y revolver; al de cocoa agregar las nueces o almendras y al otro las pasas.
Rociar de aceite un molde para pastel y enharinar (esto no es necesario si se utiliza un molde de goma). Echar primero la mezcla de chocolate en la fuente y después la de vainilla. Cocinar en el horno a fuego bajo (no mínimo) de 40 a 50 minutos y luego pinchar el centro con un palillo, cuchillo o tenedor (limpio), si sale limpio significa que ya está, si sale con restos de masa aún le falta unos minutos. No abrir el horno mientras la torta está leudando porque de hacerlo no se va a cocinar bien.

El "betún" me pareció rico, también lo encontré en la misma página.
La receta es esta:

Ingredientes:
60 grs. de harina cernida
60 mls. de aceite
60 grs. de azúcar morena o moscabada*
100 grs. de cacao en polvo
250 mls. de agua
5 cucharadas de miel de maguey*
1 cucharadita de esencia de vainilla

Preparación:
En una cacerola poner el aceite a fuego medio, cuando esté caliente agregar la harina y cocinarla por dos minutos revolviendo seguido con una cuchara de madera (para que no se ralle la olla). Disolver en el agua la esencia de vainilla, el azúcar y el cacao, agregar a la cacerola junto  con la miel y cocinar por un par de minutos más revolviendo en todo momento. Decorar con una manga pastelera.

* Yo le agregué la miel de maguey para hacerla más ligera, aún así a mi mamá le pareció muy amargo; si gustas de cosas dulces o se prepara para niños, mi sugerencia es agregar más azúcar o más miel, teniendo en cuenta que si agregan miel quedará más ligero, pero opino que aún así sería manipulable.

Aquí el resultado final.


Planeo prepararlo nuevamente para el cumple de mi mejor amiga, a ver que tal.

jueves, 2 de agosto de 2012

La genialidad de la escultura en papel


humming bird

Una niña perversa

Autor: Jehanne Jean-Charles

Esta tarde empujé a Arturo a la fuente. Cayó en ella y se puso a hacer gluglú con la boca, pero también gritaba y fue oído. Papá y mamá llegaron corriendo. Mamá lloraba porque creía que Arturo se había ahogado. Pero no era así. Ha venido el doctor. Arturo está ahora muy bien. Ha pedido pastel de mermelada y mamá se lo ha dado. Sin embargo, eran las siete, casi la hora de acostarse, cuando pidió pastel, y a pesar de eso mamá se lo dio. Arturo estaba muy contento y orgulloso. Todo el mundo le hacía preguntas. Mamá le preguntó cómo había podido caerse, si se había resbalado, y Arturo ha dicho que sí, que se tropezó. Es gentil que haya dicho eso, pero yo sigo detestándolo y volveré a hacerlo a la primera ocasión.
Por lo demás, si no ha dicho que lo empujé yo, quizá sea sencillamente porque sabe muy bien que a mamá la horrorizan las delaciones. El otro día, cuando le apreté el cuello con la cuerda de saltar y se fue a quejar con mamá diciendo: “Elena me ha hecho esto”, mamá le ha dado una terrible palmada y le ha dicho: “¡No vuelvas a hacer una cosa así!” Y cuando llegó papá ella se lo ha contado y papá también se puso furioso. Arturo se quedó sin postre. Por eso comprendió, y esta vez, como no ha dicho nada, le han dado pastel de mermelada. Me gusta enormemente el pastel de mermelada: se lo he pedido a mamá yo también, tres veces, pero ella ha puesto cara de no oírme. ¿Sospechará que yo fui la que empujó a Arturo?
Antes, yo era buena con Arturo, porque mamá y papá me festejaban tanto como a él. Cuando él tenía un auto nuevo, yo tenía una muñeca, y no le hubieran dado pastel sin darme a mí. Pero desde hace un mes, papá y mamá han cambiado completamente conmigo. Todo es para Arturo. A cada momento le hacen regalos. Con esto no mejora su carácter. Siempre ha sido un poco caprichoso, pero ahora es detestable. Sin parar está pidiendo esto y lo otro. Y mamá cede casi siempre. A decir verdad, creo que en todo un mes sólo lo han regañado el día de la cuerda de saltar, y lo raro es que esta vez no era culpa suya.
Me pregunto por qué papá y mamá, que me querían tanto, han dejado de repente de interesarse en mí. Parece que ya no soy su niñita. Cuando beso a mamá, ella no sonríe. Papá tampoco. Cuando van a pasear, voy con ellos, pero continúan desinteresándose de mí. Puedo jugar junto a la fuente lo que yo quiera. Les da igual. Sólo Arturo es gentil conmigo de cuando en cuando, pero a veces se niega a jugar conmigo. Le pregunté el otro día por qué mamá se había vuelto así conmigo. Yo no quería hablarle del asunto, pero no pude evitarlo. Me ha mirado desde arriba, con ese aire burlón que toma adrede para hacerme rabiar, y me ha dicho que era porque mamá no quiere oír hablar de mí. Le dije que no era verdad. El me dijo que sí, que había oído a mamá decirle eso a papá y que le había dicho: “No quiero oír hablar nunca de ella”.
Ese fue el día que le apreté el cuello con la cuerda. Después de eso, yo estaba tan furiosa, a pesar de la palmada que él había recibido, que fui a su recámara y le dije que lo mataría.
Esta tarde me ha dicho que mamá, papá y él iban a ir al mar, y que yo no iría. Se rió y me hizo muecas. Entonces lo empujé a la fuente.
Ahora duerme y papá y mamá también. Dentro de un momento iré a su recámara y esta vez no tendrá tiempo de gritar, tengo la cuerda de saltar en las manos. Él la olvidó en el jardín y yo la tomé.
Con esto, se verán obligados a ir al mar sin él. Y luego me iré a acostar sola, al fondo de ese maldito jardín, en esa horrible caja blanca donde me obligan a dormir desde hace un mes.


Cuento del libro:
 Les plumes du corbeau autres nouvelles cruelles.

Publicado originalmente: Abril 9 2011